Muchas personas creen que si un banco anuncia una tasa del 8% anual, esa ganancia aplica en cualquier plazo: tres meses, seis meses o incluso un par de semanas. Pero no es así. La tasa está calculada para un año completo, y si inviertes por menos tiempo, el rendimiento se ajusta según los días que tu dinero permanezca invertido.
Este detalle puede parecer menor, pero es el que más confusiones genera. Si no lo tienes claro, es fácil emocionarte con una tasa atractiva y luego decepcionarte al ver que tus números no coinciden. En cambio, cuando sabes cómo se calculan los intereses, puedes comparar con tranquilidad, planear mejor tus metas y elegir el plazo que realmente encaja contigo.
Además, entenderlo te da una ventaja práctica: no importa si Banxico sube o baja la tasa de referencia, tú tendrás las herramientas para calcular de inmediato cuánto vas a ganar con un pagaré, sin necesidad de fórmulas complicadas ni letras pequeñas.
En este artículo te lo contamos paso a paso, con ejemplos sencillos y cercanos, usando como referencia el Pagaré de Kapital Bank. La idea es que al terminar de leer tengas claro cuánto puedes ganar en 28, 90, 180 o 360 días y que, más allá de los números, entiendas cómo poner tu dinero a trabajar de la mejor manera.
Antes de entrar de lleno al tema, vale la pena repasar algunos conceptos que escucharás con frecuencia en el mundo de las inversiones. Conocerlos no solo te ayudará a entender este artículo, también te dará la seguridad de hablar de tasas y rendimientos como todo un experto.
Tasa nominal anual (TNA) o Tasa de interés anual fija: es la tasa publicada y siempre se calcula sobre un año completo. Cuando en un pagaré leas “tasa de interés anual fija”, piensa en la TNA.
Tasa efectiva anual (TEA): es el rendimiento que obtienes si reinviertes tus intereses dentro del año. Es ligeramente mayor a la TNA porque incluye el efecto de la reinversión.
Interés simple vs. compuesto: en los pagarés lo usual es el interés simple: tus ganancias se calculan sobre el capital inicial y se pagan al final. Si reinviertes capital + intereses, generas interés compuesto, donde “los intereses producen intereses”.
Base de días (360 vs. 365): muchos bancos calculan con 360 días al año, otros con 365. La diferencia no es enorme, pero conviene saberlo porque afecta ligeramente los cálculos.
GAT (Ganancia Anual Total): indicador oficial para comparar productos de inversión. Se presenta en dos formas:
GAT Nominal: antes de descontar inflación.
GAT Real: ya descontando la inflación estimada, muestra si tu dinero realmente gana poder adquisitivo.
Capital inicial: el monto que decides invertir desde el inicio.
Plazo: el tiempo que tu dinero estará invertido, por ejemplo 28, 90, 180 o 360 días.
ISR y rendimiento neto: el banco retiene automáticamente una parte de tus intereses como adelanto de impuestos. Lo que recibes después de esa retención es tu rendimiento neto.
Cobertura del IPAB: tu dinero está protegido hasta por 400 mil UDIS (más de 3 millones de pesos). Es un respaldo de seguridad en caso de problemas con la institución.
Comisiones: en el pagaré de Kapital Bank no se cobran comisiones de contratación; todo tu dinero trabaja desde el primer día.
No te asustes: calcular los intereses de un pagaré no requiere ser financiero ni matemático. De hecho, basta con una fórmula muy sencilla que puedes aplicar en cualquier calculadora, hoja de Excel o incluso en tu celular.
La lógica es esta: si la tasa que publica el banco es anual, lo único que tienes que hacer es “recortarla” al número de días que realmente dura tu inversión.
La fórmula se ve así:
Dónde:
Capital = el dinero que inviertes.
Tasa = la tasa anual expresada en decimal (por ejemplo 10% = 0.10).
Días = el número exacto de días de tu inversión.
Imagina que inviertes $10,000 pesos a una tasa de 10% anual durante 90 días (tres meses):
En este caso, al final de los tres meses recibirías $10,250 pesos: tu inversión inicial más $250 de ganancia.
Cada trimestre (90 días) equivale aproximadamente a un cuarto de año. Si la tasa es 10% anual, en tres meses ganas más o menos un 2.5% de tu capital.
10% ÷ 4 = 2.5%
$10,000 × 2.5% = $250
De esta forma, puedes hacer un cálculo rápido sin necesidad de fórmulas, solo dividiendo la tasa anual entre cuatro.
Cómo se ve en la práctica con un pagaré
Ya con la fórmula clara, veamos cómo se traduce en un pagaré real. La dinámica es sencilla: inviertes hoy y, al final del plazo, recibes tu dinero más los intereses. Si decides reinvertir, esos intereses también empiezan a trabajar para ti.
Nota: Las tasas que verás a continuación son hipotéticas y solo se usan con fines educativos. Consulta siempre la tasa vigente antes de invertir.
Capital de referencia: $10,000
Plazo | Cálculo | Interés ganado | Total al vencimiento |
28 días | 10,000 × 0.08 × (28/360) | $62.22 | $10,062.22 |
90 días | 10,000 × 0.08 × (90/360) | $200.00 | $10,200.00 |
180 días | 10,000 × 0.08 × (180/360) | $400.00 | $10,400.00 |
360 días | 10,000 × 0.08 × (360/360) | $800.00 | $10,800.00 |
👉 En este caso, en 90 días ganas el 2% de tu capital; en 180 días el 4%; y solo al cumplir los 360 días recibes el 8% completo.
Capital de referencia: $10,000
Plazo | Cálculo | Interés ganado | Total al vencimiento |
28 días | 10,000 × 0.105 × (28/360) | $81.67 | $10,081.67 |
90 días | 10,000 × 0.105 × (90/360) | $262.50 | $10,262.50 |
180 días | 10,000 × 0.105 × (180/360) | $525.00 | $10,525.00 |
360 días | 10,000 × 0.105 × (360/360) | $1,050.00 | $11,050.00 |
👉 Aquí, en solo tres meses, tus $10,000 generan $262.50: un 2.6% de rendimiento.
Capital de referencia: $10,000
Plazo | Cálculo | Interés ganado | Total al vencimiento |
28 días | 10,000 × 0.14 × (28/360) | $108.89 | $10,108.89 |
90 días | 10,000 × 0.14 × (90/360) | $350.00 | $10,350.00 |
180 días | 10,000 × 0.14 × (180/360) | $700.00 | $10,700.00 |
360 días | 10,000 × 0.14 × (360/360) | $1,400.00 | $11,400.00 |
👉 A esta tasa, en 180 días ganas $700 extra: suficiente para cubrir medio año de servicios de internet y luz.
Si quieres calcular con tus propios datos, solo cambia capital y tasa en la fórmula. En Excel o Google Sheets puedes escribir:
\n=Capital*Tasa*(Días/360)\n
En segundos sabrás cuánto ganarías en cualquier plazo.
Aquí vale la pena detenernos un momento, porque este tema puede marcar la diferencia entre ganar “lo justo” o hacer que tu dinero crezca un poco más.
Interés simple: imagina que metes $10,000 a un pagaré. El banco te calcula siempre sobre esos $10,000 y al final te paga tus intereses. Punto. Así funciona la mayoría de los pagarés: el cálculo se hace sobre tu inversión inicial.
Interés compuesto: ahora, piensa que al terminar el plazo no retiras tu dinero, sino que vuelves a invertir el capital junto con los intereses que ya generaste. En el siguiente periodo, los intereses no se calculan solo sobre $10,000, sino sobre $10,200… y luego sobre $10,404… y así sucesivamente. Esa bola de nieve es el famoso interés compuesto: los intereses que generan intereses.
Con una tasa del 8% anual, cada 90 días ganarías alrededor de un 2% de tu capital.
Si no reinviertes, tus $10,000 se convierten en $10,200 y ahí termina la historia.
Pero si reinviertes al terminar el trimestre, los siguientes cálculos se harán sobre $10,200, después sobre $10,404, y así hasta completar el año.
La fórmula lo confirma:
Que se traduce en:
👉 Es decir, tu rendimiento anual pasaría de 8% a 8.24%, solo por reinvertir cada trimestre. Puede parecer poco, pero a largo plazo esa diferencia se acumula.
Si en vez de reinvertir cada trimestre lo hicieras cada mes, la diferencia entre la tasa nominal y la efectiva sería todavía más grande. Esa es la magia del interés compuesto: mientras más veces reinviertas, más rápido crece tu dinero.
Aquí hay un detalle que muchos pasan por alto: las ganancias de tus inversiones sí pagan impuestos. Y en México, el banco se encarga de hacerlo por ti.
¿Cómo funciona? Cuando generas intereses, el banco retiene automáticamente una parte y la entrega al SAT. No es un cargo extra, es simplemente un anticipo de tus impuestos.
¿Y qué pasa con esa retención? Se te descuenta al momento de pagar los intereses, pero puedes acreditarla después en tu declaración anual.
Para que no se quede en teoría, supongamos una retención anual del 0.50% sobre tu capital promedio.
Interés bruto: $200.00
ISR retenido (estimado): $12.33
Interés neto recibido: $187.67
Total al vencimiento: $10,187.67
Interés bruto: $400.00
ISR retenido (estimado): $24.66
Interés neto recibido: $375.34
Total al vencimiento: $10,375.34
El cálculo real puede variar según la base de días (360 o 365) y si tienes otros ingresos por intereses.
Cada año, la autoridad fiscal publica la tasa exacta de retención en la Ley de Ingresos de la Federación.
La GAT Neta ya incluye este efecto: por eso es el indicador más útil para comparar productos, porque refleja lo que realmente llega a tu bolsillo después de impuestos y comisiones.
En resumen: el ISR no es algo que reste mucho a tu rendimiento, pero conviene tenerlo en mente para no sorprenderse cuando tu ganancia sea un poco menor a lo calculado “en limpio”.
Al pensar en dónde invertir, lo lógico es comparar. El pagaré no es la única opción: están los CETES, que son deuda del gobierno, y las cuentas de ahorro, que ofrecen liquidez diaria aunque con tasas más bajas. La pregunta clave es: ¿cuál conviene en cada caso?
Rendimiento esperado: el pagaré ofrece una tasa fija que conoces desde el inicio, mientras que las cuentas de ahorro suelen dar menos y las tasas pueden variar. En cualquier caso, la mejor forma de comparar es revisar la GAT Neta de cada producto.
Riesgo: los CETES se consideran prácticamente libres de riesgo porque son deuda soberana. Los pagarés bancarios también son seguros: están regulados y cuentan con protección del IPAB. Las cuentas de ahorro, por su parte, dependen de la institución y suelen dar menor rendimiento.
Liquidez: aquí está la diferencia clave. En un pagaré, tu dinero queda invertido hasta el vencimiento; no lo puedes retirar antes. Los CETES dependen del plazo que elijas. En cambio, las cuentas de ahorro te dan acceso diario a tu dinero, aunque a cambio de un rendimiento menor.
Horizonte de tu meta: si tienes un gasto o meta en una fecha clara (colegiatura, enganche, impuestos programados), el pagaré es ideal porque te asegura un monto fijo al vencimiento.
Si quieres liquidez sin renunciar al rendimiento, puedes armar una escalera de pagarés: por ejemplo, dividir tu inversión en plazos de 28, 90 y 180 días. Así, cada cierto tiempo tendrás dinero disponible sin dejar de generar intereses.
Aunque calcular intereses no es complicado, hay trampas comunes que hacen que muchos inversionistas se lleven sorpresas. Estos son los errores más frecuentes y cómo evitarlos:
Error común | Por qué pasa | Qué hacer en su lugar |
---|---|---|
Creer que 8% anual se gana en 3 meses | Confundir “anual” con “trimestral” | Prorratea por días con base 360: Tasa × (días/360) |
Olvidar impuestos | No contemplar ISR | Estima retención y calcula tu GAT Neta |
No leer la base de días | 360 vs. 365 puede cambiar el cálculo | Revisa la base de días en el contrato |
Cancelar antes del vencimiento | Necesidad de liquidez | Elige un plazo acorde a tus fechas de gasto |
No reinvertir | Dejar dinero ocioso entre plazos | Activa la reinversión automática si tu meta es de 1 año o más |
Comparar “manzanas con peras” | Mezclar nominal, efectiva, bruta y neta | Compara siempre bajo la misma base: plazos, TEA y GAT Neta |
👉 Como ves, no se trata de complicarse con fórmulas, sino de tener en mente estas precauciones. Con solo revisarlas antes de invertir, ya estás evitando los tropiezos más comunes.
Hay un último ingrediente que no puedes ignorar: la inflación. De nada sirve que tu inversión crezca en números si, al mismo tiempo, los precios suben igual o más rápido.
Por eso existe la GAT Real: es el indicador que descuenta la inflación esperada para mostrarte tu ganancia “limpia”, es decir, lo que realmente aumentó tu poder adquisitivo.
Supongamos que la inflación anual es del 5%.
Tu tasa efectiva anual (TEA) neta es de 8.24%.
Al descontar la inflación, tu rendimiento real es de 3.24%.
¿Qué significa? Que tu dinero no solo creció en papel, sino que realmente ganó valor frente al aumento de precios. Si en cambio tu tasa hubiera sido menor a la inflación, habrías “corridodetrás de los precios” sin ganar nada en términos reales.
Busca siempre la GAT Real positiva: si es negativa, significa que tus ahorros pierden valor con el tiempo.
Invierte a plazos competitivos: mientras más largo sea el plazo, normalmente la tasa ofrecida es mayor.
Reinvierte tus rendimientos: el interés compuesto ayuda a ampliar la brecha entre tu tasa y la inflación.
Diversifica: combina pagarés con otros instrumentos que también te protejan del alza de precios, como fondos de inversión o bonos indexados.
Mantente informado: la inflación cambia cada año; revisa periódicamente las tasas de mercado y ajusta tu estrategia.
En resumen: no basta con invertir, hay que invertir por encima de la inflación para que tu dinero no solo se mantenga, sino que realmente crezca en términos de poder adquisitivo.
Si alguna vez te has preguntado por qué un banco ofrece 8% y otro 10%, o por qué hoy la tasa está más alta que hace un año, la respuesta tiene que ver con cómo funciona el sistema financiero.
En México, el Banco de México (Banxico) es quien marca la pauta. Cada cierto tiempo anuncia la tasa de referencia, que es la “tasa madre” del sistema financiero.
Si Banxico sube la tasa, los créditos se encarecen y, al mismo tiempo, los bancos deben ofrecer más rendimiento para atraer inversionistas.
Si la baja, ocurre lo contrario: los préstamos se abaratan, pero las tasas de inversión tienden a reducirse.
Banxico mueve la tasa principalmente para controlar la inflación.
Si los precios suben mucho, aumenta la tasa para frenar el consumo y enfriar la economía.
Si la inflación está controlada o la economía necesita estímulos, baja la tasa para incentivar el crédito y la inversión.
Aunque Banxico fija la referencia, cada banco decide qué tasa ofrecer en sus productos: pagarés, cuentas de ahorro o créditos.
Factores como la estrategia comercial, la liquidez del banco o su necesidad de captar recursos hacen que haya diferencias entre instituciones.
Por eso puedes ver que un pagaré en un banco ofrece 9% y en otro 10.5%.
Las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) también influyen. Cuando la Fed sube tasas, Banxico suele moverse en la misma dirección para evitar que se deprecie demasiado el peso y para mantener atractivo invertir en México.
En resumen: las tasas no son números al azar. Se mueven por la inflación, las decisiones de Banxico y el contexto internacional, pero también por la competencia entre bancos. Como inversionista, tu tarea es comparar y elegir dónde tu dinero te dará más rendimiento sin perder seguridad.
Antes de poner tu dinero en un pagaré (o en cualquier otro instrumento), haz esta revisión express. Te tomará un par de minutos y te dará mucha tranquilidad:
Define tu meta y plazo: ¿para qué es este dinero? ¿Lo necesitas en 1 mes, 6 meses o 1 año?
Confirma la tasa anual y la base de cálculo: ¿la tasa es fija? ¿usa 360 o 365 días?
Calcula el interés bruto y neto estimado: haz el cálculo rápido para saber cuánto ganarás y descuenta impuestos.
Revisa la GAT Neta: es la mejor forma de comparar productos porque ya incluye impuestos y comisiones.
Verifica comisiones y condiciones: asegúrate de que no haya cargos ocultos.
Decide si reinvertirás: ¿quieres interés simple o prefieres activar la reinversión automática para “componer”?
Guarda tu contrato y condiciones: ten a la mano el documento que respalda tu inversión.
Si cumples con este checklist, evitas sorpresas y te aseguras de que tu inversión esté alineada con tus objetivos.
Si lo que buscas es un instrumento sencillo, con rendimientos claros y plazos que se adapten a ti, el Pagaré de Kapital Bank es una gran opción. Tú eliges el plazo (28, 90, 180 o 360 días) y sabes desde el inicio cuánto vas a recibir al vencimiento.
La ventaja está en la transparencia: sin comisiones ocultas, con protección del IPAB y con la posibilidad de reinvertir para que tu dinero crezca aún más a través del interés compuesto.
Da el siguiente paso: simula tu inversión en minutos y descubre cuál sería tu rendimiento estimado según el plazo que elijas.
Este artículo usa ejemplos hipotéticos (8%, 10.5%, 14%) y base 360 para ilustrar.
Las tasas reales, impuestos y comisiones pueden cambiar. Revisa siempre las condiciones vigentes antes de invertir.
Si quieres adaptar los cálculos al método 365, sustituye el denominador por 365 y repite cada ejemplo.
1) ¿Por qué algunos bancos usan 365 y otros 360 días? Es una convención de mercado. La diferencia es mínima, pero consistente. Lo importante es que revises qué base usa tu pagaré para que los cálculos coincidan.
2) ¿Puedo retirar antes del vencimiento? No. En los pagarés tradicionales tu dinero se queda hasta el final del plazo. Por eso es clave elegir bien la duración antes de invertir.
3) ¿El interés se paga cada mes? No. En los pagarés el interés se liquida al vencimiento. Si quieres pagos periódicos, busca instrumentos diseñados para eso.
4) ¿Qué pasa si suben o bajan las tasas mientras estoy invertido? Tu pagaré mantiene la tasa que pactaste hasta el vencimiento. Cuando termines y decidas renovar, aplicarían las tasas vigentes en ese momento.
5) ¿Qué plazo me conviene: 28, 90 o 180 días? Depende de tu liquidez. Mientras más tiempo dejes tu dinero, mejor suele ser la tasa. Si prefieres flexibilidad, opta por plazos cortos o arma una “escalera” combinando varios.
6) ¿Cómo sé la tasa real que recibiré? Mira la GAT Neta, que ya descuenta impuestos y comisiones. Y si piensas reinvertir, pide también la TEA (Tasa Efectiva Anual).
7) ¿Qué tan seguro es un pagaré? Es un producto regulado y protegido por el IPAB hasta 400 mil UDIS. Aun así, siempre revisa la solidez de la institución y las condiciones del contrato.
8) ¿Puedo automatizar la reinversión? Sí. Muchos pagarés permiten activar la reinversión automática para que tu dinero siga generando intereses sin que tengas que mover un dedo.